lunes, 6 de agosto de 2018

ANTICONCEPTIVOS Y SALUD HORMONAL

Hace muchos años, cansada de sufrir cada mes los terribles dolores menstruales que me impedían llevar una vida normal, acudí en busca de consejo a mi ginecóloga. Sin dudarlo me aconsejó tomar la píldora anticonceptiva para "regular" mi ciclo. Yo, por aquel entonces, no tenía muchos conocimientos sobre salud hormonal y el funcionamiento de este sistema de "regulación femenina", pero conocía sus efectos secundarios y no quise empezar a tomarla, sobre todo cuando me preguntó si había tenido algún problema de salud y le respondí que hacía un tiempo habían salido valores alterados en el hígado -sí, por aquel entonces mi hígado ya daba señales de que algo no iba bien, pero ningún médico de los que me atendió supo ver el problema, aunque esa es otra historia que aquí no viene al caso-. Entonces ella me advirtió que de ser así, debía llevar un control muy exhaustivo para ver la evolución en cuanto a mi salud hepática y la toma de anticonceptivos orales. Dicho esto, reafirmé mi negativa ante el hecho de tomarlas y ella me dijo que lo único que podía hacer era aguantarme y tomar antiinflamatorios cuando me doliese, que no tenía solución y que los dolores se debían a los ovarios poliquísticos, los cuáles tampoco tenían solución.


Años después, como sabéis l@s que me leéis desde los inicios del blog, supe que eso no era cierto y que si tenía ovarios poliquísticos y unos dolores tremendos era debido a un desequilibrio hormonal producido por una alimentación inadecuada, contacto con alteradores endocrinos externos y una carga genética importante.

Me traté, cambié mis hábitos de alimentación, eliminé el máximo de productos y materiales que pude y que resultan alteradores endocrinos y empecé a realizar deporte a diario. Así desaparecieron los dolores y también los quistes.

Ahora, dos años después de aquella tremenda mejora y cambio en mi vida, sigo investigando acerca de esta temática que tanto me interesa y me he sumergido en el conocimiento y descubrimiento del ciclo femenino como parte esencial de la naturaleza humana de la mujer. Todo un mundo por descubrir que nuestra sociedad se ha encargado, con el paso de los años, de esconder, acallar y tapar para que la mujer pueda seguir llevando a cabo sus actividades diarias sin ser consciente de la importancia de los cambios que acontecen en cada una de sus fases del ciclo menstrual, cómo estas afectan a su estado anímico y manera de hacer y cómo aprovecharse y sacar el máximo de cada una de ellas en beneficio de ella misma y de los que le rodean. Es algo que me fascina y me está enseñando mucho acerca de mi misma y ayudando a comprender muchas de las cosas que ocurren a nuestro alrededor en la sociedad materialista y productiva en la que estamos sumergidas. No quiero extenderme más en este punto, puesto que sigo aprendiendo y no es el objetivo de conocimiento de este post.

Volviendo a la píldora anticonceptiva, en estos dos años los profesionales que me han atendido me han explicado, por primera vez, cómo funciona el ciclo hormonal y como la píldora "regula" dicho ciclo. Así pues y de un modo muy resumido es necesario saber que durante la primera mitad del ciclo menstrual  nuestro sistema hormonal produce estrógenos, una hormona femenina que se encarga de posibilitar la maduración y liberación del óvulo, así como del crecimiento del endometrio, donde posteriormente se implantará el óvulo en caso de estar fecundado. Una vez se produce la liberación del óvulo, hacia la mitad del período de ovulación, el sistema hormonal segrega progesterona, otra hormona femenina que prepara el tejido para que el óvulo fecundado pueda implantarse en el endometrio. Así en la primera mitad del ciclo existe un nivel más elevado de estrógenos y en la segunda de progesterona. Ambas hormonas reducen sus niveles cuando el óvulo no ha sido fecundado, de manera que al final del ciclo se produce un desprendimiento del endometrio y la expulsión del mismo junto con el óvulo no fecundado.

¿Y qué ocurre cuando tomamos la píldora anticonceptiva?

Tal y como me explicaron, de un modo sencillo para que yo pudiese entenderlo con mis conocimientos limitados, la píldora consiste en un combinado de hormonas femeninas de síntesis, estrógenos y progesterona, cuya función es evitar la maduración y liberación del óvulo al mismo tiempo que se produce un engrosamiento de la capa mucosa del cuello uterino que impediría el paso de los espermatozoides. Puesto que la píldora se toma en ciclos de 21 días con 7 días de descanso, cuando ésta deja de tomarse se produce un desprendimiento del endometrio que provoca una "falsa menstruación".

No puedo explicaros el funcionamiento exacto de las mismas porque como sabéis no tengo conocimientos científicos al respecto, pero puedo compartiros las explicaciones que me dieron: cuando una mujer toma la píldora no regula su ciclo hormonal, sino que este es suprimido por las hormonas de síntesis. Cuando una mujer toma la píldora, tiene unos niveles de estrógenos y progesterona que no se corresponden con el equilibrio natural que tendría con su ciclo menstrual y, por tanto, esta está expuesta a una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades hormonodependientes como el cáncer de mama, útero, etc. Además, cuando una mujer toma anticonceptivos orales para regular sus ciclos y evitar los dolores menstruales, lo que hace es acallar los síntomas de un problema mucho más grave que subyace a ese desequilibrio hormonal y, por tanto, acallándolo nunca podrá ponerle remedio y, con toda seguridad, acabará desarrollando enfermedades que pueden resultar muy graves.

"Menos mal que decidiste no tomarla, porque con tus antecedentes ahora estarías en una peor situación". Eso es lo que me dijeron cuando se destapó toda la problemática que tenía a nivel intestinal y hepático. Además, tener una buena salud hormonal y, por tanto, un buen equilibrio entre los niveles de estrógenos y progesterona es un seguro de vida al llegar a la menopausia. Cuanto mejor haya sido tu salud hormonal en la etapa reproductiva, menos serán los síntomas y mejor se sobrelleva la menopausia, lo que acaba siendo beneficioso para la calidad de vida de la mujer y la protege frente a enfermedades hormonodependientes. Una mujer que durante su etapa reproductiva ha tenido un exceso de estrógenos no equilibrado ni tratado, se expone a un riesgo elevado de desarrollar algunas enfermedades como el cáncer hormonodependiente.


Entonces, yo pensé, si la píldora no es una buena solución, ¿qué ocurre con el anillo y el DIU?

El anillo vaginal funciona con el mismo sistema que la píldora, va recubierto de hormonas de síntesis que va liberando progresivamente de modo que impide la maduración y liberación del óvulo así como la implantación y, por tanto, la menstruación producida al quitarlo sería una "falsa menstruación". Los riesgos para la salud de la mujer en cuanto a desequilibrio hormonal serían los mismos que con la píldora y, del mismo modo la mujer estaría acallando su problema de base y sería imposible ponerle remedio para evitar males mayores.

El DIU, por su parte, parece ser que provoca una inflamación interna al considerarlo el organismo como un cuerpo extraño, segregando prostaglandinas (sustancia inflamatoria) lo que  conlleva que el medio donde supuestamente debería implantarse el óvulo fecundado sea un medio poco apropiado para ello y no se produzca el embarazo. Existen dos tipos de DIU, los de cobre que además de esta inflamación actúan como espermicida; y los DIU hormonales, que actúan segregando progesterona, de modo que se impide la ovulación y además el paso del esperma al interior del útero como consecuencia del aumento del moco cervical que dificulta este proceso. Aquellas  mujeres que utilizan un DIU de cobre tienen una menstruación más abundantes que las que utilizan el DIU hormonal.

Así pues, teniendo en cuenta que es importantísimo tener una buena salud hormonal y unos niveles de estrógenos y progesterona equilibrados, no solo para garantizar la salud del aparato reproductor femenino sino de todo nuestro organismo -nuestro sistema es muy complejo y al hablar de hormonas entran en juego órganos tan importantes como el hígado, cuyo mal funcionamiento puede afectar a otros sistemas-, utilizar alguno de los sistemas anticonceptivos mencionados no facilita el equilibrio y nos impide conocernos y encontrar el problema base, de modo que podamos trabajar sobre él y tener una buena salud general.

Una mujer con dolores menstruales, bien sea por estrés físico o emocional, por una mala alimentación, malos hábitos, genética, contaminantes ambientales, etc., debe acudir a un buen profesional que le haga un estudio completo y le ayude a detectar el problema base, porque aunque los desequilibrios se desencadenen o se agraven ante determinadas situaciones de la vida, o ante determinados medios, la base del problema seguirá estando ahí si no se actúa sobre ella. Somos equilibrio, un conjunto y no podemos atajar los problemas de manera aislada, sino tomando al ser humano como un todo que debe estar equilibrado. De otro modo arreglaremos un problema falsamente y produciremos nuevos por otro lado.

Si os interesa podéis leer más sobre alteradores endocrinos en este post:




4 comentarios:

  1. Hola, interesante post. Actualmente tengo un ovario poliquístico y tomo la pildora. Siempre he pensado que lo que havis era regularla, pero ya veo q no. EnalgunE otro post ya habías indicado q TN sufrias, de ovarios poliquístico s. Has podido regularlos o eliminarlos?
    Tras leer este post, cogeré cita con mi ginecólogo para prefpregu más información y sobre las enfermedades que has comentado. Ya escribire su respuesta.
    Muchas gracias por compartir esta información tan valiosa.

    ResponderEliminar
  2. Hola Asblue. Sí, los OP no desaparecen pero se pueden controlar. A mi me desaparecieron los quistes. Si me paso con la alimentación o tengo mucho estrés, pues vuelven a salir. Me los trataron junto con todas las demás patologías. De entre todas las recomendaciones que me dieron eliminar lácteos y derivados, así como productos derivados de la soja y soja, el trigo, los procesados industriales y el azúcar y derivados fue lo que me ayudó. Decirte que los OP también aparecen como consecuencia de un mal funcionamiento hepático. El hígado interviene en la eliminación y metabolismo de las hormonas, entre ellas las implicadas en el ciclo reproductivo y si este no funciona bien puede dar como consecuencia el SOP, que es lo que me ocurre a mi. Pero influyen muchísimos factores: un desequilibrio en la flora intestinal, presencia de bacterias patógenas, la genética, tóxicos ambientales, el estrés. Para ponerle solución hay que hacer un estudio individualizado de la persona, de manera global y no aislada que te de información de cuáles son los factores que a ti te están provocando el SOP y poder ponerle solución desde la raíz. Pregúntale a tu ginecólogo y si no puede orientarte en cuanto a tratamiento integrativo y puedes permitírtelo, te recomiendo que acudas a una clínica de medicina bioreguladora, integrativa o biología aplicada.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por la información! Ahora en septiembre volveré al ginecólogo y prefuntare.
      Gracias para la info y tus consejos.

      Eliminar