Hoy quiero hablaros de los plásticos y envases plásticos que forman parte de nuestra vida y que encontramos por todas partes.
La industria ha ido incorporando, cada vez más, el plástico como materia base para envolver, preservar, transportar diferentes tipos de materiales y alimentos.
Centrándonos en el tema que nos ocupa, la alimentación y la salud, hoy os daré algunos consejos para evitar sustancias altamente tóxicas y que forman parte de vuestro día a día inconscientemente.
Muchos de los alimentos que hoy se consumen vienen envueltos o preservados en materiales plásticos. Agua embotellada, refrescos y bebidas alcohólicas en lata, latas de conservas, bandejas de fruta, verduras o carne preparada, pescados, bandejas de alimentos precocinados, envoltorios de pizzas, panes, patatas fritas, frutos secos, aceite, salsas, vinagres, envoltorios de helados, tarrinas de helados, postres, yogures, productos lácteos, biberones, chupetes y un largo etcétera.
Existen otros productos que no consumimos pero sí entran en contacto con nuestra piel y, a través de ella, pasan sus compuestos a interactuar con nuestro organismo. Tal es el caso de los pañales, compresas, salvaslips, entre otros.
Hace ya unos cuantos años que los envases plásticos se elaboran con policarbonato, el cual contiene una sustancia química denominada bisfenol A (BPA). En 2007, tras varios estudios se concluyó que dicha sustancia entraña peligro para la salud humana. Parece ser que los científicos observaron que el bisfenolA actúa como un disruptor endocrino en el organismo.
Para entender un poco más qué es un disruptor endocrino es necesario hablar un poco acerca de las hormonas y sus funciones. El organismo humano produce, gracias a determinadas acciones enzimáticas, un gran número diverso de hormonas que controlan y regulan el funcionamiento de nuestra actividad diaria, nuestro estado anímico, los cambios de humor, el hambre, la saciedad, el sueño, el control pulsional, entre otros. Así, por ejemplo, la adrenalina nos hace estar más activos, despiertos, listos para escapar, hacer frente a una situación problemática o a una actividad que requiere de mucha energía; la serotonina nos produce sensación de placer y bienestar, relajación; la melatonina nos induce al sueño; la progesterona y los estrógenos regulan el ciclo reproductivo; etc.
Un disruptor endocrino, explicado de forma muy sencilla y a pie de calle, es una sustancia química que puede ocupar el lugar de determinadas hormonas modificando las respuestas que nuestro organismo tienen ante determinadas situaciones.
Así, por ejemplo, se ha observado que el bisfenolA actúa como un disruptor hormonal que puede provocar infertilidad, problemas en el ciclo reproductivo, aumento del nivel de estrógenos empeorando los síntomas del síndrome premenstrual, puede generara anomalías cromosómicas y cambios pre-tumorales en las mamas o en la próstata.
Los estudios vuelcan datos sobre cómo esta sustancia química favorece la obesidad, la resistencia a la insulina, diabetes, y otros muchos problemas de salud que acucian a la sociedad hoy en día creando graves problemas o enfermedades crónicas.
Pero no está del todo claro a qué nivel nos afecta esta sustancia. A pesar de la advertencia sobre su uso todavía hoy en día existen muchísimos envases que están fabricados con este químico. Aquellas que no lo contienen vienen marcadas con BPA Free, pero ello no implica que estemos libres de contaminación, ya que se desconocen los efectos adversos del resto de sustancias contenidas en los envases plásticos.
Las sustancias tóxicas en los plásticos, además, reaccionan con los alimentos favoreciendo la ingesta de las mismas.
Así, los alimentos grasos absorben gran cantidad de sustancias tóxicas, los plásticos recalentados liberan dichos químicos y pasan a los alimentos y los alimentos ácidos ejercen el mismo efecto.
Existe un código que permite identificar la seguridad para el organismo humano en los envases plásticos. Éste viene indicado en la base del envase con un símbolo con forma triangular en cuyo centro hay impreso un número que indica el tipo de plástico que es.
Según la normativa los plásticos marcados con los números 1,2,4 ó 5 son seguros.
Los plásticos marcados con el número 3, 6 ó 7 deben evitarse por su alto riesgo de contaminación.
Los plásticos marcados con el número 3 se utilizan en algunas botellas o envases de cremas de frutos secos.
Los plásticos marcados con el número 6 están presentes en las bandejas de poliestireno o corcho blanco que encontramos en los supermercados con carnes, productos precocinados, frutas, verduras, pescados, etc. productos algunos de ellos muy grasos, lo que implica una alta contaminación.
Las latas de conservas o de bebidas refrescantes o alcohólicas van recubiertas de policarbonato y, al ser los alimentos contenidos grasos o ácidos, la contaminación es muy alta.
Las botellas de plástico, biberones, platos y vasos de plástico o envases que contienen alimentos nunca deben calentarse para evitar la contaminación.
Así pues, teniendo todo esto en cuenta, aquí os dejo unas sugerencias para disminuir en la medida de lo posible los disruptores endocrinos en vuestro organismo. Eliminarlos por completo es imposible, puesto que estamos rodeados de pinturas, perfumes sintéticos, jabones, geles, productos desinfectantes, gases, etc. que los contienen, pero sí hay pequeños pasitos que podemos hacer para disminuir al máximo el número de tóxicos con los que estamos en contacto y favorecer así un mejor estado de salud.
- El aceite para consumo NUNCA debería envasarse en envase plástico. Hoy en día es bastante difícil evitarlo, pero si encuentras una cooperativa donde te vendan el aceite directamente del envase de acero inoxidable, mejor que mejor. En el mercado ecológico donde compro me abastezco de aceite de oliva virgen directamente del productor, con envase de vidrio retornable.
- Si consumes, de vez en cuando, bebidas azucaradas, carbonatadas o alcohólicas, mejor en envase de vidrio.
- El agua de beber debe estar en envase de vidrio. Hoy en día es bastante difícil encontrarla, pero hay establecimientos que te venden el agua en envases retornables. Si consumes agua embotellada, asegúrate de no rellenarla cuando se acabe, no dejarla nunca a la luz solar ni al calor.
- Si utilizas tuppers, elimina los tuppers de plástico de tus armarios y hazte con unos de vidrio con tapa BPA Free, asegurándote que sean aptos para calentar en horno o microondas, si es que los utilizas.
- NUNCA calientes la comida en un envase plástico.
- Sustituye los biberones plásticos de tu bebé por biberones de vidrio. NUNCA sirvas la leche caliente en un biberón de plástico.
- Asegúrate que las tetinas y chupetes sean elaborados con plásticos o siliconas seguros.
- NO compres conservas en lata. Elige siempre envase de vidrio.
- Si consumes productos lácteos, elige envase de vidrio, nunca de plástico. Los productos lácteos son muy ácidos y ricos en grasas lo que supone un alto riesgo de contaminación.
Los plásticos no solo suponen un problema grave para nuestra salud, sino que son la mayor de las amenazas contra el medio que nos rodea. Los plásticos están acabando con gran número de la fauna terrestre, rompiendo las cadenas tróficas y creando graves problemas medioambientales, pues tardan miles de años en degradarse y producen compuestos volátiles tóxicos. Por todo ello te animo a que reduzcas la cantidad de plástico en tu vida. Aunque es difícil, porque nos lo han colocado por todas partes, si pones un poco de atención verás que puedes aportar tu granito de arena. La naturaleza te lo agradecerá y también tu propia salud y la de tu familia.
Aquí van algunas ideas:
- Lleva tu propia bolsa de la compra cuando salgas a comprar a la tienda de barrio, supermercado o cualquier tienda (ropa, tecnología, etc.)
- Utiliza botellas de vidrio reutilizables para envasar aceite, agua, bebidas, leches vegetales, etc.
- Congela tus platos o comida en tarros de vidrio que puedes conseguir comprando las conservas en tarro. Evitarás el uso de tuppers plásticos y ahorrarás espacio en el congelador.
- Prepara tu tupper de comida para el trabajo en envase de vidrio.
- Compra tus jabones o productos de limpieza en envase retornable.
- Compra alimentos a granel y llévatelos a casa en tu propio tarro de vidrio o en bolsas de papel reciclado que puedes reutilizar hasta que se rompan.
Estas son solo algunas ideas, pero seguro que se te ocurren muchas más.
Entre todos hagamos de este un mundo mejor, respetado, conservado y bonito para disfrutarlo día a día con salud y amor.
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