viernes, 1 de junio de 2018

MEDICINA TRADICIONAL CHINA

He decidido investigar un poquito más sobre las ciencias y medicinas que me ayudaron a curarme, a conocerme y a crecer.

Cuando llegué por primera vez a la consulta del Dr Cotino, aunque creo que ya lo he comentado más de una vez, era muy escéptica y pensaba que me estaban tomando el pelo. Nunca me habían hecho una bioresonancia ni me habían tratado con acupuntura. Nunca me habían hablado de equilibrios energéticos ni de meridianos. No conocía nada, absolutamente nada de la medicina oriental y mucho menos de la medicina tradicional china.

Poco a poco, en las sesiones fui haciendo preguntas y aprendiendo acerca de su funcionamiento, pero resulta para mi muy complejo, ya que entran en juego muchísimos factores durante el tratamiento de un paciente.

Me pareció muy interesante saber que allí existen dos tipos de hospitales, los convencionales donde se aplica la medicina alopática y los alternativos, donde se aplican ciencias médicas no invasivas y naturales. Pues resulta que cuando una persona en china tiene un problema de salud, el 90% de ellos elige ser tratado primero en un hospital donde se aplica la medicina alternativa.

Y es que la medicina tradicional china tiene cientos de años de experiencia. La MTC no busca los síntomas, ni se centra en ellos, en acallarlos, sino que analiza al paciente a través de la observación global, la entrevista para conocer todo lo que ha ocurrido a lo largo de su vida, trata de comprender los desequilibrios generados a nivel energético, fisiológico, emocional, psicológico y etiológico en su conjunto, sin aislar síntomas y, a partir de ellos, busca un tratamiento adaptado a cada paciente. Es todo lo contrario de lo que ocurre en occidente donde un paciente tiene unos síntomas aislados, se intentan taponar o acallar y el tratamiento suele ser el mismo para todas las personas, sin tener en cuenta la bioindividualidad de cada un@. Es lo que la hace tan especial y tan certera.

Es por ello que cuando un verdadero profesional de esta práctica médica recibe por primera vez a un paciente, no le atiende en 15' ni le trata como a un número más, sino que las consultas se alargan en el tiempo de modo que el profesional pueda comprender qué aspectos han generado desequilibrio en el organismo, a nivel emocional, psicológico, físico y energético, es decir, estudia la alimentación, las bases genéticas, el entorno en el que se vive, la gestión de las emociones, las vivencias del paciente, las enfermedades que ha padecido a lo largo de su vida y, a partir de toda esta información, estudia y diseña el tratamiento adecuado para resolver el problema desde su base. Son consultas que, en mi caso, tuvo una duración de casi 4 horas, con dedicación plena y un trato excelente.

Es por ello que sigo pensando que no se trata de que tiremos piedras unos a otros, de que hablemos mal de esto o de aquello, de que se intente menospreciar unas ciencias a otras, sino de darnos cuenta de una vez por todas, que el ser humano es un todo y que no se pueden aislar sus partes si de verdad se aspira a una curación desde su base. De lo contrario lo único que hacemos es acallar y alargar las enfermedades que van haciéndose presentes con diversos síntomas. Si acallamos por un lado saldrá por otro.

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