TU ORGANISMO SABE SANAR SI LE DAS ESPACIO Y TIEMPO

La capacidad de curación del organismo está infravalorada en la sociedad actual. Al mínimo dolor, al mínimo síntoma, acallamos aquello que nos resulta incómodo con cualquier tratamiento que tenemos a mano y que nos receta el médico, sin pararnos a analizar el por qué de esos síntomas y solventar el problema de base. Muchas veces esto ocurre por desconocimiento y desinformación nuestra, así como del profesional que nos atiende, debido a que en los sistemas de estudio no parecen valorarse los tratamientos integrativos y el uso de medicinas naturales usadas desde tiempos remotos.

El estrés al que estamos sometidos hoy en día, así como al exceso de alimentación, los malos hábitos nutricionales, falta de descanso y de ejercicio físico diario, así como la total desconexión física y espiritual entre cuerpo y mente hacen que sea complejo y difícil que tomemos las riendas de nuestra salud.

No estoy diciendo que la medicina no sea útil e imprescindible en muchas ocasiones, pero sí que podemos evitar muchas enfermedades y solucionar otras con tan solo escucharnos, reconectarnos con nosotros mismos y el entorno y cuidar nuestro templo de vida: el cuerpo. Solo tenemos uno y del mismo modo que no le echaríamos diesel a un motor gasolina, no deberíamos ingerir comestibles dañinos para mantener nuestro motor y chasis en plena forma el máximo tiempo posible.

Estos últimos meses, especialmente este último, he conectado mucho conmigo misma, a través del yoga, la meditación, el descanso, la escritura y expresión de sentimientos, pensamientos y formas de ver para poner orden en aquellos pensamientos que están en mi subconsciente y que me boicotean o me impiden sentir paz y satisfacción. Al mismo tiempo he acompañado este proceso de buena alimentación y, he estado durante siete días realizando ayunos intermitentes de 16 horas, manteniendo después ayunos de entre 12-14 horas.

¿Qué ha ocurrido en este proceso?

A nivel emocional sentí cómo expresar y poner orden a mis pensamientos, así como compartir con otras personas aspectos que me permitían poner orden y solventar conflictos internos, tomando las riendas de mi vida y de mi bienestar me supuso quitarme un peso de encima. Fue como si de pronto una losa se hubiera caído de encima de mi cabeza y mi corazón. Tanto es así que hace dos días expulsé un pólipo uterino de forma natural, como acompañando a ese proceso de soltar y liberarse de algo que era negativo para mi. Así que naturalmente me he librado de una intervención.

Por otro lado, he observado que mi pelo está mucho más suave y la piel del rostro más brillante y con vida. Llevaba más de dos meses con una erupción cutánea en la frente y, de pronto, ha desaparecido, especialmente con los ayunos, en tan solo una semana.

Hace tres años me dijeron varios médicos especialistas que siempre iba a ser alérgica y que no podría comer muchísimos alimentos, pero no me lo creí. Pude contactar con mi especialista en medicina tradicional china y biología aplicada, quien, como sabéis, me ayudó a comprender la capacidad de autocuración del organismo y la responsabilidad que recae en nosotros haciéndonos dueños de nuestra salud. Y así, tres años después, puedo escucharme y asociar los desajustes a ciertos aspectos de mi vida, tanto a nivel emocional, como físico y saber qué estoy haciendo que me afecta a nivel de salud, corregirlo a través de la alimentación, del cuidado espiritual, la conexión mente-cuerpo, el ejercicio físico y el descanso.

Y así es, así es como yo lo estoy viviendo.

Me maravilla compartir estas experiencias con maravillosas personas que viven situaciones similares y me alegra saber que cada vez somos más las personas que nos beneficiamos de este volver a conectar y de recuperar la confianza en nosotros mismos, en nuestra capacidad de curación y en mantener la confianza plena de que todo va a ir bien.