APRENDIENDO DE LA VIDA

Dos años han pasado ya de aquel fatídico día en que tuve que acudir a urgencias y desde entonces un continuo de médicos y pruebas cuyo diagnóstico coincidía en condenarme de por vida a comer solo carne, huevos y pescados, atándome una jeringa de adrenalina como fiel compañera fuera donde fuese y a todo un conjunto de vitaminas y minerales ingeridos a modo de pastilla para no tener carencias. ¡Qué mal lo pasé! ¡Cuánto miedo y terror hacia la comida! Pérdida de peso descomunal, estado pre-depresivo...en fin...pero como siempre he sido bastante rebelde y me gusta ir a contracorriente en muchos aspectos, rescaté esa parte de mi personalidad y decidí que iba a rebelarme. Empecé a investigar y tuve la suerte o el placer de coincidir en mi vida con ciertas personas que me llevaron al lugar perfecto para demostrarme a mi misma que la medicina convencional que me trataba estaba totalmente equivocada y que aquello que supuestamente iba a ser de por vida y otras muchas dolencias  que venía padeciendo desde niña iban a acabar. Así fue. Todo desapareció, aunque todavía hoy mis médicos me digan que eso es imposible y me vean mejor que nunca.

En todo este tiempo he aprendido muchas cosas, he hecho nuevas amistades y conocido gente maravillosa. Eso ha sido lo más bonito de todo. Pero además, he aprendido mucho sobre salud y alimentación, he crecido como persona, me he conocido mucho más y he cambiado mi manera de ver la vida y aprovecharla al máximo.

En todo este tiempo he sufrido por los míos y sigo haciéndolo, he sido muy pesada e insufrible, lo se y me he mostrado muy obsesionada con la alimentación. Sé que ha podido resultar desagradable en muchas ocasiones, pero todo ha sido un proceso en mi y todo fue producto del dolor y el miedo a perderos, el miedo a veros sufrir como yo lo hice, el miedo a que fuese demasiado tarde y no tuvieseis la suerte que tuve yo de alcanzarlo a tiempo y evitar así que se convirtiera en irreversible...hoy me doy cuenta que por mucho que lo intente no puedo protegeros de ello y que cada uno debe seguir su propio camino de aprendizaje. Que, quizás, el sufrimiento y dolor vuestro sea necesario para vuestro crecimiento, del mismo modo que el mio lo fue para mi, pero sí siento que puedo seguir compartiendo, que puedo dejar lo aprendido aquí para seguir dando esperanza a todo aquel que esté dispuesto a leerlo y si, con ello, hay personas que encuentren mejoría y crecimiento en su vida, como así me lo han hecho saber muchas personas conocidas y desconocidas, mejor que mejor.

Por ello, desde aquí, quiero pedirte disculpas si en algún momento te importuné. Solamente lo he hecho porque te quiero, te aprecio y eres un pilar fundamental de mi vida.

A todos vosotros, por todos vosotros, desde el corazón, os dedico cada uno de los posts que aquí he compartido con total transparencia.

Un abrazo.