lunes, 24 de julio de 2017

PODCAST 5 MITOS Y SUS VERDADES SOBRE LA ALIMENTACIÓN VEGETAL

En estos días de medio vacaciones, aprovechando que como en casa y que ya, prácticamente, la televisión es un adorno más de nuestro hogar, me pongo programas de radio, documentales y vídeos que me resultan interesantes. Este que hoy os dejo me resulta muy útil porque, aunque diga cosas que a muchos de nosotros nos parecen obvias, no lo son tanto cuando te acabas de adentrar en un cambio de hábitos de vida hacia una alimentación más saludable. 

En esta entrevista a Carla Zaplana, acerca de los mitos sobre la alimentación vegetal, se responden muchas preguntas que en su día yo también me formulaba y que, poco a poco, he ido descubriendo de la mano de grandes profesionales que me han atendido en todo este tiempo.

Me siento muy identificada cuando explica cómo una alimentación vegetal, con reducción o eliminación de proteína vegetal le hizo sentir mucho más energética y dejar de enfermar. Eso mismo me ha ocurrido a mi. Llevar este cambio progresivo hacia una alimentación 85% vegetal me ha dado una energía que nunca había experimentado y, al mismo tiempo, ha hecho que no enferme, ni coja resfriados en estos dos años de cambio, teniendo en cuenta que en mi trabajo estoy cada día en contacto con enfermedades infecto-contagiosas. Mi sistema inmune está ahora mucho más fuerte.

Pero en este camino de cambio surgen dudas, miles de preguntas sobre qué estaremos haciendo bien o mal y es que, el cambio en nuestro estilo de vida no se puede producir de la noche a la mañana. Después de dos años todavía introduzco pequeños cambios que voy descubriendo, a medida que mi cuerpo me lo va pidiendo y para ello es fundamental saber escucharlo. Yo sigo consumiendo carne y pescados, ecológicos siempre y nunca de piscifactoría estos últimos, pero he reducido de manera importante su ingesta, dejando la carne para una vez a la semana y el pescado un par de veces semanales. Este hecho ha venido favorecido por el gran aumento en mi consumo de semillas y frutos secos, que me aportan las proteínas, minerales, vitaminas y ácidos grasos esenciales que extraía de estos productos de origen animal, así como de legumbres, cereales integrales -mayoritariamente sin gluten por su efecto proinflamatorio-, frutas y verduras.

La eliminación de lácteos y derivados, lo que me supuso un mundo porque yo era literalmente adicta a ellos, sobre todo a los quesos, me supuso mejoras desde el primer mes: fuera síndrome premenstrual, fuera quistes en los ovarios, fuera mucosidad, resfriados, asma y alergias, progresivamente. Y con el tiempo, desapareció el apego que tenía hacia estos alimentos, tanto que ahora ya no me apetece nada comerlos, sabiendo el daño que me ocasionaban.

Y otro de los aspectos positivos que he ido observando es la relación inversamente proporcional entre  mayor consumo de alimentos vegetales menor inversión en alimentación y medicinas. Y esto se explica porque los alimentos de origen vegetal contienen multitud de vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales  que garantizan el buen funcionamiento orgánico, evitando carencias de todo tipo. Cuántos más alimentos de origen animal consumía, más hambre tenía y más comía, por lo tanto, mayor inversión en alimentación y también mayor gasto en fármacos, debido a las carencias que padecía que me hacían enfermar. Disminuir o eliminar los alimentos de origen animal y sustituirlos por una dieta basada en alimentos de origen vegetal te hace sentir mucho más satisfecho antes y, además, al ser estos materias primas mucho más económicas, ahorramos muchísimo en nuestra economía familiar.

Si no habéis podido experimentar los beneficios de este tipo de alimentación, os recomiendo que alguna vez lo probéis, pero siempre, como dice Carla y tantos otros nutricionistas, desde la perspectiva de introducir nuevos alimentos o alimentos vegetales, de modo que, en lugar de pensar que estamos privándonos de otros, como una prohibición que nos haría sentir más ganas de comerlos, lo veamos como una nueva experiencia de sabores y, poco a poco, nuestro cuerpo ya nos irá pidiendo lo que verdaderamente necesita. 


Nota: encontraréis este podcast en la sección de vídeos y charlas en la parte superior del blog.

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