Hace un par de días escuché en las noticias que la sanidad pública iba a costear los gastos de un medicamento que previene las migrañas para pacientes que sufren un mínimo de 8 crisis al mes. El medicamento, que decían es inyectable, supone una dependencia del paciente al mismo, un gasto público considerable y un "parcheo" a una enfermedad que, sin duda, es tratable desde una perspectiva integrativa, es decir, que las migrañas pueden revertirse o eliminarse por completo si se tiene en cuenta el conjunto de factores que pueden desencadenarla. ¿Por qué tenemos que pagar con nuestros impuestos un medicamento si hay una solución mucho más económica que podría suponer invertir dichos impuestos en otras mejoras?
Siento mucha rabia cuando un médico o médica no va más allá del medicamento, no explica a su paciente por qué motivo está sufriendo, en este caso, migrañas.
Sigo estudiando muchísimo, cada día, porque es un tema que me apasiona, como aficionada, pero ya sabéis que no me dedico a la medicina.
El caso es que según los estudios científicos que he leído, la migraña puede desencadenarse por factores como el estrés, agotamiento, cambios en el entorno, hábitos de alimentación y ejercicio, etc. Parece ser que una hiperestimulación o hiperexcitación de unos receptores llamados NMDA provoca el dolor asociado a la migraña y a su vez, está implicado en el deterioro cognitivo, lo que acrecienta el número de crisis que pueden padecerse.
Pues bien, los antiinflamatorios y medicamentos que nos recetan no solo no solventan este problema, sino que lo empeoran, puesto que afectan en la pérdida de nutrientes esenciales que contrarrestan estas crisis y tienen efectos secundarios que las potencian, es decir, que, a la larga, es una serpiente que se muerde la cola.
¿Qué podemos hacer? En primer lugar buscar un buen profesional en medicina integrativa, para que analice diferentes aspectos:
- Hígado: una mala función hepática en sus tres fases de desintoxicación va a conllevar un mal metabolismo de compuestos y sustancias que pueden generar la aparición de la migraña, como por ejemplo un exceso de histamina o histaminosis o hiperestrogenia, esto es, exceso de estrógenos debido a una mala alimentación, a un mal metabolismo hepático de los mismos o a ambos factores. El hígado tiene tres fases de desintoxicación: metilación, sulfatación y glucoronidazción. Si alguna de esas fases está afectada es muy probable que padezcas alguna patología inflamatoria, enfermedad crónica y entre ellas, puede ser la causa de las crisis de migraña, pero hay que estudiarlo y analizarlo en conjunto, viendo el todo y no la parte, como se hace en medicina convencional. ¿Alguna vez alguien te ha dicho que tus dolores de cabeza pueden deberse a un problema hepático?
- Intestino: una mala barrera intestinal (mucosa), por desequilibrio bacteriano (disbiosis), candidiasis, hongos, parásitos, es la causa de muchísimas enfermedades inflamatorias que son crónicas y pueden llegar a ser graves e incapacitantes. La migraña también está relacionada con una mala salud intestinal.
- Carencias nutricionales: como por ejemplo carencias de zinc y magnesio.
- Falta de descanso o sueño de mala calidad.
- Sobrecargas emocionales y carencia de estrategias de gestión del estrés.
En definitiva, la migraña puede tratarse desde su origen estudiando el hígado e intestino y cambiando de hábitos de vida. Una falta de ejercicio contribuye a la inflamación, peor funcionamiento hepático e intestinal, del mismo modo que lo hace una mala alimentación. Ingrededientes como el azúcar, el aspartamo, los potenciadores del sabor como el glutamato monosódico influyen directamente en esta patología.
Una alimentación que no suponga un 70% de ingesta de verdura y fruta al día, alta en azúcares refinados, en cereales refinados, con proteína de mala calidad, procesados, alta en ingredientes como conservantes, colorantes, potenciadores, consumo de lácteos, bajo consumo de fibras, consumo de estimulantes como el café o el alcohol, tratamientos anticonceptivos, etc. van a contribuir a la aparición de dichas crisis y a empeorar el problema inflamatorio que subyace. La toma de medicamentos para parchear sus dolores también contribuye en dicho empeoramiento, pues genera dependencia, interfieren en la absorción de nutrientes que, precisamente ayudan a prevenir estas crisis.
La práctica de ejercicio y de técnicas como el yoga, tai chi, chi kung, meditación, terapia psicológica, mejoran enormemente los niveles de estrés y dotan al paciente de técnicas de gestión de sobrecargas emocionales.
Así pues, no comprendo cómo, si la migraña, al igual que muchas otras patologías, puede tratarse de forma natural, sin depender de fármacos, no se trabaja en esta línea.
Como seres humanos que vivimos en sociedad nuestro deber es cuidar los unos de los otros, por el bien de la comunidad, porque hoy puede tocarme a mi y mañana a ti. Y todos y todas somos piezas para el buen funcionamiento del grupo, así pues debemos cuidarnos unos a otros de la mejor de las maneras posibles.
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