COMPOTA DE MANZANA

¡Hola!

Hacía un tiempo que tenía guardada esta receta y se me había pasado compartirla.

En invierno suelo preparar compota de manzana y congelarla en tarros, lo que hace muy fácil disponer de ella cuando te apetece, sin tener que hacer el trabajo de prepararla cada vez. Se conserva muy bien y el sabor no cambia, tampoco la textura.

Hace unos días saqué el último tarro para aprovecharlo antes de llenar la nevera de la deliciosa fruta de finales de primavera y verano y decidí tomarla con un delicioso crepe de trigo sarraceno germinado, que por cierto, debo compartir la receta en el apartado de crepes. 

Aquí os dejo con la idea.

Compota de manzana

Ingredientes:

8-10 manzanas (las que más te gusten)

1/2 rama de canela

Ralladura de 1/2 limón

1/3 cdta de cardamomo en polvo

1 pizca de sal

Agua

Elaboración:

- Lava las manzanas muy bien. No hace falta pelarlas si son ecológicas.

- Trocea las manzanas en cuartos y elimina los corazones.

- Coloca las manzanas en una olla o cazo cubriéndolas con agua hasta la mitad.

- Toma 1/2 limón ecológico, lávalo y ralla su piel, añadiéndola a la olla.

- Añade la canela, el cardamomo y la pizca de sal y lleva a ebullición.

- Baja el fuego al mínimo y deja cocer unos 40'.

- Vierte en una batidora de vaso o utiliza la batidora de mano y bate muy bien hasta obtener la textura deseada.

- Deja enfriar y guarda en tarros de vidrio. Congela los que no vayas a utilizar y guarda en frigorífico la que vayas a usar durante la semana.

Puedes servirla sobre un crep como en la fotografía, espolvoreando frutos secos picados por encima y añadiendo alguna fruta roja o bien servirla sobre comos de avena cocidos, en un pudding de chia o extendida sobre una rodaja de pan con crema de frutos secos. Está simplemente deliciosa y sin necesidad de añadirle más azúcar del que ya contiene la fruta en sí.