Hoy os traigo un regalito hecho con mucho cariño e ilusión.
Puesto que cuando hice el cambio de alimentación lo que más me costó adaptar fueron los desayunos, he decidido ir compartiendo con vosotros ideas para la semana que fui experimentando sobre la marcha: unas salieron de mi cabeza y otras las he aprendido de la mano de otras personas, pero cada una de las recetas que aquí pongo las he ido adaptando a mi gusto. De la misma manera tú puedes hacer lo mismo, experimentar, añadir o quitar y ver qué es aquello que más te gusta y que más se adapta a tus necesidades para cada momento.
Como sabéis, antes del cambio yo era una lacto-adicta. Me levantaba y desayunaba cada día mi bol de leche con cacao y cereales industriales o leche con tostada y mermelada, con la cantidad tan enorme de azúcar añadido que ello suponía, lo que a la larga me provocó una pre-diabetes que ya he superado. Si no podía desayunar eso me ponía de mal humor porque tenía una adicción terrible. No podía faltarme la leche. Cuando me dijeron que tenía que eliminar los lácteos y derivados de mi dieta casi me da un síncope, porque además de mis desayunos, tomaba yogures y quesos. ¿No iba a volver a tomarlos nunca más? ¡Qué horror! Y ahora, ¿qué voy a desayunar? Ya me veía yendo a trabajar con el estómago vacío, pero investigando un poco en internet empecé a encontrar ideas y a probarlas. Poco a poco mi paladar se fue a costumbrando y dejé de echar de menos la leche. Todo ello unido a los beneficios que experimenté al dejarla: desaparecieron los quistes en los ovarios y los dolores premenstruales, los resfriados e infecciones, el asma, las alergias (esto último junto con un tratamiento para recuperar y equilibrar mi flora intestinal). Estaba tan bien que no quería volver a tomarla y a día de hoy es olerla y se me revuelve todo. El queso tampoco lo consumo, más que 2-3 veces al año en ocasiones especiales y mis huesos están más que fuertes, porque consumo alimentos con mucho calcio biodisponible (al parecer el calcio de la leche se absorbe muy mal y además los productos lácteos ejercen un efecto descalcificador importante) tales como semillas de sésamo molidas, semillas de chía, frutos secos, crucíferas (coles) poco cocinadas.
A día de hoy disfruto de desayunos variados y muy ricos que me alegran cada mañana y casi ningún día repito, cosa que antes no ocurría. Así que puedo decir que cada mañana es un regalo para mi paladar. A medida que van avanzando las estaciones los desayunos van variando, adaptándose a los productos de temporada. Y cada vez son más las cosas que me gustan y los alimentos que he introducido en mi dieta, haciéndola más variada y equilibrada.
Así pues, os dejo con estas ideas para una semana. poco a poco iré compartiendo más.
Tan solo te pido que si te gusta este post lo compartas y comentes si te ha sido útil. De este modo sabré si quieres más ideas y el blog se irá nutriendo y enriqueciendo con todas vuestras aportaciones.
Muchísimas gracias de antemano.
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