Si algo he aprendido en estos casi 5 años es que la alimentación y nutrición es un tema muy complejo.
Cuando tuve que cambiar tantas cosas radicalmente de mi alimentación para sanarme del síndrome de ovarios poliquísticos, de la candidiasis intestinal, la metilación lenta hepática, el ph básico del estómago, las bacterias y parásitos "malos", el SIBO así como la inflamación sistémica generalizada, comencé a estudiar, a indagar, a buscar la forma de poder alimentarme sin dañar a mi organismo.
Introduje más verduras y frutas a través de ensaladas y de batidos. Vaya qué descubrimiento tan rico el de los batidos verdes y qué de recetas vegetarianas deliciosas pude aprender, pero no era consciente de que, sin saberlo, continuaba haciendo daño a mi organismo.
Cada persona es única y cada sistema tiene una condición particular en un momento dado. Ello no implica que siempre tengamos que seguir una misma alimentación, refiriéndome a comer los mismos alimentos.
Pongamos un ejemplo. La fruta, cualquier fruta tiene propiedades maravillosas. Están llenas de vitaminas y minerales, así como de fibra y azúcares. Pero resulta que no toda la fruta es buena para todo el mundo. Pongamos por caso una persona que tiene candidiasis intestinal o SIBO (Sobrecrecimiento bacteriano) - Hago aquí un inciso que no quiero olvidar. He conocido personas con intolerancia a la fructosa a las que les dicen que no pueden comer fruta por esa intolerancia pero eso no es cierto. No podrán comerla hasta que solucionen el problema de base, la intolerancia, que seguramente se deba a un SIBO no diagnosticado. Pero esto tiene solución. De nuevo la falta de actualización médica y de información al paciente. Una vez solventado el SIBO, se puede reintroducir la fruta.-
Sigamos con la persona con candidiasis o SIBO. Dicha persona no debe consumir ciertos tipos de fruta, especialmente aquellas con un índide (IG) y carga glucémica (CG) altos. En mi caso, con candidiasis y SIBO durante un tiempo solo podía consumir manzana y cítricos. Aunque todas las demás frutas tenían sustancias muy beneficiosas para el organismo, en esa situación, a mi, me aportaban más aspectos negativos que positivos y ralentizaban mi recuperación. Muchos meses después pude reintroducir el resto de frutas, pero, a día de hoy, con algunas frutas que poseen un IG alto, como la sandía o el melón, si abuso de ellas en verano, acaba desequilibrándose mi flora bacteriana y vuelta a los síntomas: cansancio, hinchazón, malestar, distensión abdominal. Y eso que me apetecen muchísimo, pero sé que no me hacen bien.
Lo mismo ocurre con las ensaladas o batidos crudos. Tienen buenísimas propiedades para el organismo, pero hay personas o condiciones orgánicas a las que consumir los alimentos de este modo les puede estar haciendo mucho daño inconscientemente. A veces es siempre, otras veces es mientras dure la recuperación.
En mi caso, comer demasiada verdura cruda en ensalada o batidos de frutas y verduras desestabiliza mi flora bacteriana y mi fuego digestivo. Todo esto lo sé porque son muchos años de estudios, de médicos y de escucha de mi misma. Soy una persona con mucho fuego interno que siente la necesidad de acallarlo con cosas frescas y crudas, pero precisamente abusar de ellas me desestabiliza y vuelta a los síntomas. Así, aunque las frutas y las verduras tienen maravillosas propiedades, cada persona debe conocer de qué modo y en qué cantidad son beneficiosas para su salud, porque de lo contrario pueden estar haciéndole más mal que bien.
Otra cosa interesante a resaltar aquí es que, no debemos dudar que frutas y verduras deben formar parte de nuestra base alimentaria, pero la forma y cantidad en que las comemos va a afectar mucho a nuestro bienestar. A veces, según la condición de la persona, es mucho mejor tomarlas ligeramente cocinadas o bien crudas. Dependerá, y todo esto solo puede decírtelo un profesional de la salud integrativa o un buen nutricionista especializado en digestivo. Tuve suerte de encontrar a Virginia en Centro Aleris Valencia, aunque lo que me aportó ya lo había aprendido estudiando por mi cuenta y en las consultas de Vicente y Esther.
Por último, aunque ya hablé de ello hace unos meses en otro post, está el tema de las legumbres. Muchas veces queremos, por valores morales, llevar una alimentación más vegetariana porque cada vez son más las personas que apuestan por ella y sabemos los beneficios para con el medio ambiente. Pero aquí volvemos a lo mismo. Apostar por una alimentación vegetariana te lleva a tener que aumentar el consumo de proteína vegetal a través de las legumbres. Éstas tienen también muchas propiedades beneficiosas para el organismo, pero dependerá de nuestra condición intestinal. Hay personas que su fuerza digestiva o la salud de su intestino no les permiten consumir legumbres, otras pueden hacerlo sin pasarse y otras pueden comerlas sin problemas. De ahí que, a veces, encontremos muchas personas hablando de las maravillas de las legumbres pero ciertas personas dañen su estado de salud consumiéndolas porque su organismo no está preparado para ello.
Con todo esto quiero decir que, aunque veamos a personas que consumen determinados alimentos, sigan un tipo de alimentación, elaboren ciertas recetas, nosotros y nosotras no debemos seguir a pies juntillas lo que vemos, pensando que nos va a sentar bien, ni tampoco creernos todo lo que vemos por ahí, porque aunque es cierto que una alimentación basada en vegetales y hortalizas debería ser una obligación para todos y todas, aunque las pirámides alimentarias obsoletas digan lo contrario -pero ya sabemos la de intereses que hay detrás de todo esto-, va a depender de nuestro estado orgánico que nos sienten bien unas formas u otras de prepararlos o consumir ciertos alimentos. Podemos poner en grave peligro la salud de las personas si no se tienen en cuenta muchos factores. Para ello, como siempre digo, es imprescindible acudir a un profesional integrativo, el cual analizará todos tus sistemas para ver si tienes déficit en alguna vitamina o mineral, si tu hígado funciona bien en las tres fases de eliminación (metilación, sulfatación y glucoronidación), si el ph de tu estómago es el correcto y hay ausencia o no de bacterias perjudiciales, si sufres inflamación sistémica generalizada y su origen, si tus vellosidades intestinales están bien o no, si tienes colonizado el instestino por el hongo candida, si hay desequilibrio en la flora intestinal (disbiosis intestinal), si existe algún tipo de intolerancia como por ejemplo, al gluten, si tu sistema hormonal está equilibrado. Con toda esta información te adaptará la alimentación a tus circunstancias personales y te recomendará formas de cocinado que te irán bien a ti, en tu caso particular.
Así pues, aunque me veas compartiendo recetas saludables, aunque veas en diferentes medios algunos hábitos alimentarios que pueden ser muy beneficiosos, primero escúchate y si quieres cambiar a una vida saludable, analízate y pide ayuda. Anota síntomas, obsérvate. La alimentación influye directamente en nuestro estado de humor, en nuestra energía, en nuestras reacciones. Así, por ejemplo, una persona reactiva, acelerada, impulsiva, como yo, deberá nutrirse a través de platos que la calmen, como verduras dulces cocinadas, cremas suaves, algún alimento un poco crujiente que le calme esa ansiedad y nerviosismo, pero huir de otros como exceso de fríos, de crudos, estimulantes como el chocolate, café o té o especias que calienten como el jengibre, la pimienta, el picante, la canela.
No es sencillo, para nada. Aunque yo pueda orientarte y contarte mi experiencia y aprendizajes a través de los cursos de extensión universitaria que he hecho y de las publicaciones científicas que leo, te recomiendo acudir a un buen profesional. Y yo, no lo soy, de momento. Solamente me fascina la biología, la nutrición y poder ayudarte a encontrar lo que necesitas, dándote esperanzas y haciéndote saber que las patologías que te etiquetan son curables, para lo que sigo formándome y estudiando a diario. Puedo orientarte y hacerte ver cosas que quizás no sabes y puedo decirte que sí, puedes curarte, puedes estar en tu peso y puedes mejorar tu calidad de vida si sabes cómo.
Sigamos compartiendo para que más personas puedan mejorar sus vidas.