Son muchos los spots publicitarios que bombardean nuestras casas a diario y todos y cada uno de ellos tienen una determinada franja horaria de emisión para cumplir mejor con su cometido: persuadir, convencer y vendernos un determinado producto. No son menos los anuncios relacionados con la "alimentación y nutrición". A la hora del desayuno, durante la comida, a la hora de la merienda o por la noche podemos ver y sentir cómo se nos hace la boca agua con esas "saludables" pizzas crujientes, las "suculentas" hamburguesas de famosas cadenas, las cremosas y dulces natillas o un refrescante helado con un "% de fruta natural". Es curioso detectar, para el ojo que está atento, cómo durante no más de 5 segundos, en muchos de los spots aparece una frase en letra minúscula que cuesta distinguir entre el colorido del mismo, advirtiendo al consumidor que debe consumir 5 piezas de frutas y verduras para una dieta sana y equilibrada, pero ¿frutas y verduras sin ton ni son? ¿Da igual comer solo frutas y nada de verduras? Si tomo 5 piezas de frutas y verduras al día y también tomo las pizzas, hamburguesas y todo tipo de productos procesados que aparecen en los anuncios, estoy llevando una vida saludable, ¿no? ¿Es solo mi responsabilidad llevar unos hábitos de vida saludable?
Vayamos por partes:
- Cuando la publicidad nos dice que debemos consumir 5 piezas de frutas y verduras al día no implica que de lo mismo que sean 5 piezas de fruta o 5 de verduras. debemos procurar que sea variado. Un consumo diario de 5 piezas de fruta va a suponer una subida de glucosa en sangre que nos provocará subidas y bajadas dándonos más sensación de hambre e inestabilidad, al mismo tiempo que hace trabajar al hígado y al páncreas en exceso, segregando insulina para poder transportar esos azúcares al interior de la célula. Dicho exceso de trabajo produce cierta inflamación. Imaginaros entonces lo que puede ocurrir cuando ingerimos alimentos azucarados. Así pues, lo ideal es consumir de 2 a 3 piezas de fruta al día y siempre dependiendo del tamaño de la misma.
Podríamos contabilizar una pieza de fruta del siguiente modo: 1 manzana, 6 o 7 fresas, 6 o 7 cerezas, una rodaja de melón, un plátano, 2 ó 3 albaricoques, etc.
También hay que tener en cuenta la cantidad de azúcares presentes en cada una de las piezas, pues no es lo mismo comer una naranja que un plátano o una rodaja de melón, siendo éstos últimos frutas con un mayor índice glucémico.
- Cuando un alimento procesado, y me refiero a un procesado industrial, es anunciado en televisión, suponiendo una importante inversión económica para la empresa que lo vende, podemos pensar ¿es realmente saludable? ¿Por qué esta empresa tiene la necesidad de anunciarlo y gastar tanto dinero en esta campaña publicitaria? ¿Por qué utilizan esta música, colores, paisajes y mensajes subliminales que nos atraen y nos hacen sentir bien? Un alimento saludable no necesita ninguna campaña publicitaria.
- ¿Es mi responsabilidad llevar unos hábitos de vida saludable? ¿Influyen las campañas publicitarias en lo que creo que son unos hábitos de vida saludable?
El otro día, durante la emisión de un anuncio que vendía un producto lácteo que suele tomarse como postre, el eslogan decía algo así: "MARCA DEL PRODUCTO digestiones felices". Y no pude evitar ponerme a pensar: "osea, que nos damos el atracón y luego nos tomamos este postre y hacemos una digestión de campeonato" o simplemente preparamos una comida que no tiene por qué ser muy abundante, pero combinamos los alimentos de forma inadecuada porque nos han dicho que tal o cual alimento son buenos, los mezclamos sin ton ni son y, encima tomamos como postre una fruta o postre lácteo o dulce y seguro que hago bien la digestión, y si no, no pasa nada, me tomo esto del anuncio y "digestiones felices". Por no hablar de tantas medicinas anunciadas que "ayudan" del mismo modo.
Y, no cabría preguntarse ¿si hago digestiones pesadas, no será que algo estoy haciendo mal en mi alimentación? ¿No puedo sanarme simplemente alimentándome de una forma correcta?
Si en lugar de comer platos que incluyan cereales + proteína (por ejemplo una paella valenciana, de marisco o un cocido, un bocadillo de jamón, de tortilla, etc.) sustituimos uno de los ingredientes por verduras: cereal+verduras o proteína+verduras, facilitamos la tarea que tiene que realizar nuestro aparato digestivo y, por tanto, no empleará tanta energía ni tiempo en digerir los alimentos, evitando fermentaciones desagradables, emisión de toxinas y sobrecarga del sistema digestivo. Imaginaros que todos los días, cuando arrancáis el coche, en lugar de poner la primera marcha, lo hacéis con la segunda o que conducís dando acelerones constantemente. Probablemente vuestro motor tenga una vida más corta. Lo mismo ocurre con nuestro organismo: si no lo cuidamos, si le hacemos trabajar en demasía, acaba enfermando y envejeciendo antes de tiempo.
Por tanto, ¿ es mi responsabilidad llevar unos hábitos de vida saludable? SÍ, lo es, pero no solo recae este peso sobre nosotros mismos. La cultura, la publicidad, las organizaciones que trabajan "en pro de la salud" financiadas por importantes empresas del sector alimentario hacen que muchísimas personas crean que llevan unos hábitos de alimentación saludable y consumen productos que no hacen sino socavar profundos surcos en el perfecto equilibrio de nuestro organismo. Bajo mi humilde opinión, deberían existir campañas de sensibilización y educación - y ojo que en algunos ámbitos, como el escolar, se hacen, pero a las que yo he podido acudir difunden unos hábitos alimenticios que en palabras de mi nutricionista sería "un verdadero atentado contra la digestión"- para dar a conocer a la población cuáles son los hábitos de vida y alimentación que deberíamos llevar para tener una vida plena, larga y feliz, ya que, hoy en día, si no surge la curiosidad o preocupación de uno mismo o te ves envuelto en una situación comprometida con tu salud, es complicado entrar a investigar en este mundo tan complejo que es la alimentación y nutrición saludable. Y es que son muchas las tentaciones que nos envuelven y los intereses económicos que mueven nuestra sociedad. Tal vez no interese que la población adquiera esos conocimientos para con su salud.
Reflexionemos y tomemos decisiones.
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