Este mes me he decidido darle a mi cuerpo un descansito, nutricionalmente hablando, porque llevaba días que con el estrés de final de curso me estaba hinchando a comer más de la cuenta y me había vuelto a enganchar a cosas como el pan, las tortitas, o productos menos saludables. me sentía súper hinchada, con cambios de humor, ansiedad y mucha pesadez, así que mi cuerpo me lo estaba pidiendo a gritos. Veréis que en el menú hay una semana en la que los platos consisten en fruta y verdura, con semillas y germinados. Las ideas, como bien especifico, son adaptaciones de recetas súper simples que he ido encontrando en libros y on-line. Para mi está resultando muy sencillo llevarla a cabo porque ya llevo casi dos años con una alimentación muy saludable: poco consumo de proteína animal y mucha vegetal, muchas verduras y frutas, mucha verdura cruda, cereal integral, nada de azúcar y edulcorantes, nada de procesados, alcohol, café, té. Por tanto no estoy experimentando ninguna sensación de "desintoxicación" como malestar, dolor de cabeza, cansancio. Si no estás acostumbrado a llevar una alimentación saludable puede que llevar a cabo este menú de una semana te resulte muy complicado. Yo te recomiendo que vayas sustituyendo alimentos poco saludables por otros más saludables. tal y como apuntan Nuria Roura y Montse Bradford, para poder eliminar alimentos poco saludables es importante añadir primero alimentos que sí lo son, para que el cuerpo te vaya pidiendo éstos en lugar de los menos adecuados. Puede parecerte duro, al principio, pero en verdad te digo que cuando pasas las primeras semanas te sientes tan bien que ya no quieres ver esos productos a los que llaman comida ni en pintura, porque eres capaz de ver el daño tan tremendo que hacen a tu cuerpo, solo escuchando las sensaciones físicas, emocionales y mentales que experimentas a diario.
Os recomiendo, antes que nada, acudir a un buen profesional que os haga un análisis exhaustivo y os informe de si padecéis alguna carencia, que es lo más probable, puesto que el nivel de vida que llevamos, el estrés, las preocupaciones y los malos hábitos nos llevan a ello.
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