NO SIEMPRE EL CAMINO ES FÁCIL

Con todo lo que escribo en este medio, semana a semana, podríais pensar que todo es muy sencillo y lleno de positivismo, pero a veces tengo días, como el de hoy, donde hay muchísima carga emocional a nivel personal y laboral, días dónde te das cuenta de lo mucho que amas a los tuyos, de la ignorancia que existe a tu alrededor, del egocentrismo y la falta de asertividad. Días en que descubres que hay gente muy tóxica a tu alrededor y que no vale la pena entrar en su juego...momentos en que la vida regala otra vida y en que el devenir del tiempo te pone en tu camino a personas mágicas con las que conectas en un instante y sabes que siempre van a estar ahí, cerca de ti.

En estos últimos meses he conocido una de esas personas que sabes van a servirte de modelo, de inspiración...esas personas que van a ser AMIGAS con letras mayúsculas y cuando descubres eso y, además sabes que esa persona está sufriendo lo impensable, desde hace muchísimos años, cuando sabes que siempre va de un médico a otro sin descanso y que entre todos van destruyendo su salud lentamente, el hecho de que, por fin, tenga la impagable oportunidad de ser atendida por el gran profesional en medicina integrativa que a mi me ha curado y se le abra toda una vida llena de posibilidades y soluciones a sus problemas, te hace sentir una felicidad y alegría por ella difícil de explicar.

Después de la consulta ella estaba muy agradecida conmigo y con las personas que allí le han atendido, pues por primera vez habían logrado hacerle desaparecer uno de sus dolores diarios, así, en una sola sesión y de modo totalmente natural, sin fármacos. Y es que cuando me pongo tan tremendamente pesada con todas las personas a las que quiero es por un motivo de peso: quiero que experimentéis grandes cambios en vuestra salud y tengáis en vuestra mano las mejores armas y conocimientos para evitar sufrir innecesariamente. Sé que es un tratamiento costoso y caro, pero es la mejor inversión que podemos hacer en nuestra vida, os lo aseguro, como también sé que se pueden prescindir de cosas que no nos aportan nada en la vida en pro de la salud. Y ya no hablo de personas con enfermedades o dolencias, sino de todo aquel que quiera aprender y prevenir, porque, a veces, cuando necesitamos de la atención médica, puede ser demasiado tarde.  Nunca me cansaré de decir que debemos escuchar a nuestro cuerpo y que no es normal tener un dolor de cabeza, de espalda, tener resfriados de forma recurrente cada invierno, sufrir dolores premenstruales, reglas abundantes, dolores articulares, fibromialgia y un tremendo etcétera de dolencias y patologías.

Las personas que me conocen, algunas, piensan que exagero cuando hablo de mi "médico" -y lo pongo entrecomillado porque es farmacéutico, biólogo y médico especialista en medicina tradicional china-, pero todos y cada uno de los que han ido y lo han probado entienden entonces por qué hablo tantísimo de él y por qué me pongo tan tremendamente pesada. Todos me dicen que tenía razón, que es ver para creer, que lo que nunca habían encontrado en la medicina tradicional lo encuentran allí y que, sin necesidad de fármacos y con tan solo cambiar hábitos de alimentación y saber que hay alimentos muy perjudiciales para la salud, tan solo aprendiendo lo que cada cual debe y puede tomar para mantenerse saludable, todos o casi todos los problemas de salud desaparecen y, así, sin más, con toda una base científica que lo respalda, un tratamiento tan simple hace desaparecer patologías que nunca antes nadie ha sabido tratar sino con fármacos.

Cuánto nos queda por aprender.

Día a día, en mi entorno laboral, con conocidos, algunos amigos o con algún familiar me enfrento a cuestiones acerca de lo que como y lo que no como, comentarios, risas, desprecio por algunas de las cosas que como, caras de asco, miradas de "ésta es la rarita comiendo", "lo que dices son tonterías", "esto no puede ser malo cuando toda la vida se ha comido", "por un poco de esto al día no me va a pasar nada", "pues yo sigo pensando que esto es súper necesario para la salud", "eres una exagerada". Situaciones que, en ocasiones me encienden de rabia, pero, por encima de todo, me entristecen. porque veo la ignorancia tan grande que existe entorno al tema de la alimentación y la salud -y que conste que yo he sido toda mi vida una ignorante en este sentido y ahora empiezo a salir de dicha ignorancia- y el poco interés hacia ello y el desprestigio que la sociedad le da, en la mayoría de casos a la alimentación. Me da muchísima lástima ver cómo las personas que conozco o aprecio siguen sin cuidar su alimentación y piensan que comen de forma saludable, porque sé que el tiempo pasa y pasa factura al cuerpo, según el combustible que le pongamos, como también veo que día a día hay más gente joven enferma. Me duele por mi gente, pero sé que no se puede forzar a nadie a querer valorar su vida tanto como se merece y a luchar por conservarla de la mejor forma posible. Me duele que las personas que quiero no vean que la responsabilidad es de cada uno y que un simple antojo día tras día, semana tras semana vaya menoscabando la salud. Me entristece la desinformación que existe y, una vez más, que tan solo unas personas trabajen para dar a conocer. Me da muchísima rabia que médicos aconsejen comer ciertos alimentos para evitar enfermedades sin conocimiento pleno de lo que están aconsejando y sin conocer los efectos nocivos de lo que hacen. Afortunadamente existen grandes profesionales que se preocupan y siguen formándose para evitar que esto ocurra.

Sé que se empieza por algo y que hay que predicar con el ejemplo. Y no hay mejor satisfacción para mi ver como ya algunos de los míos van a vivenciar una gran transformación que les va a permitir disfrutar de la vida al máximo y tener una salud de hierro.

Ahora se abre un nuevo camino. Disfrutad del proceso, de cada sensación, de cada logro, porque lo que está al final de este camino puede llegar a ser maravilloso: un cambio completo a nivel físico interno y externo, psicológico y emocional.