Hoy hace justo un año de aquel fatídico día en el que comiendo en un restaurante empecé a hincharme y tuve que acudir a urgencias. Aquel día ha dejado de ser fatídico en mi mente, si bien estuve dos meses desesperada, 60 días en los que perdí 7 kilos, acudí a diversos especialistas y todos con el mismo diagnóstico: "eres alérgica a casi todos los alimentos, a pólenes y asmática y eso es para toda la vida. No comas más que huevos, pescado y carne y si hace falta de suplementas con vitaminas y minerales" . "Lleva siempre la adrenalina, antihistamínicos y cortisona detrás y no comas nunca sola, siempre en compañía". Cuando tu mente escucha estas palabras todo se viene abajo, sientes un miedo terrible ante la comida, no quieres salir de casa y piensas: ¿cómo va a ser ahora mi vida?
Tienes dos opciones: creerte lo que te han dicho o pensar que lo que te ha ocurrido tiene un motivo, luchar para encontrarlo y trabajar en ello.
Afortunadamente, después de dos meses de estar totalmente desorientada, recibiendo ayuda terapéutica y orientaciones en alimentación de la mano de Carlos Lacomba, encontré la clínica del Dr. Cotino, en Valencia y él fue quien me diagnosticó una intolerancia al gluten y una candidiasis intestinal que habían ido menoscabando la salud de mi hígado, intestino y estómago, dando lugar al asma y a las alergias. Tras 10 meses de tratamiento, estoy a punto de recibir el alta médica y puedo decir que estoy comiendo de casi todo, pero de un modo mucho más saludable que antes.
Estos cambios me han permitido volver a ser yo misma, recuperar el positivismo que había perdido, estar casi siempre alegre y feliz, con un nivel de energía máximo, con muchos proyectos en mente y muchas ganas de aprovechar la vida a cada segundo.
Solo puedo sentirme agradecida por esta experiencia que la vida me ha brindado...todo lo que nos pasa ocurre por un motivo, sin duda, beneficioso para nosotros mismos si sabemos buscarle la parte positiva.
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